Corpo de tango
Hermano, la noche nos viene corriendo,
el mundo está loco de necesidad,
el odio y la bronca se van extendiendo,
ya nada es sagrado ni nada es verdad.
Hermano, la vida se pone muy fiera,
Quien quiera vencerla tendrá que sufrir;
no gastés tus fuerzas, arriá tu bandera
y hacé las del gaucho que sabe vivir.
Desensillá hasta que aclare,
para qué vas a luchar
si la vida es una hembra
y hay que saberla esperar.
No te aflijas por la plata
ni por las penas de amor,
y seguí mirando el humo
sin pasiones ni rencor.
Si esto ya no hay quien lo pare
hacé lo del gaucho vos,
desensillá hasta que aclare
y después... ya dirá Dios...
Hermano, la gente, perdido ya el rumbo,
con hambre y ultrajes que quiere vengar,
protesta y avanza y va dando tumbos
y arrolla al que ciego la quiere atajar.
La vida es muy brava y es loco el que intenta
con vanos esfuerzos quererla vencer.
Cruzate los brazos, capeá la tormenta
y hacé las del gaucho que ve oscurecer.
Desensillá hasta que aclare,
si es al ñudo acometer,
el que atropella más tarde
es el que saber correr...
Esperá el alba tranquilo,
sin que te haga estremecer
la traición en el amigo
ni el engaño en la mujer.
Si esto ya no hay quien lo pare
hacé la del gaucho vos,
desensillá hasta que aclare
y después... ya dirá Dios...
Letra de Manuel Romero (1891-1954)
Música de Edgardo Donato
Fotografía de Antonio Vidal
Hermano, la noche nos viene corriendo,
el mundo está loco de necesidad,
el odio y la bronca se van extendiendo,
ya nada es sagrado ni nada es verdad.
Hermano, la vida se pone muy fiera,
Quien quiera vencerla tendrá que sufrir;
no gastés tus fuerzas, arriá tu bandera
y hacé las del gaucho que sabe vivir.
Desensillá hasta que aclare,
para qué vas a luchar
si la vida es una hembra
y hay que saberla esperar.
No te aflijas por la plata
ni por las penas de amor,
y seguí mirando el humo
sin pasiones ni rencor.
Si esto ya no hay quien lo pare
hacé lo del gaucho vos,
desensillá hasta que aclare
y después... ya dirá Dios...
Hermano, la gente, perdido ya el rumbo,
con hambre y ultrajes que quiere vengar,
protesta y avanza y va dando tumbos
y arrolla al que ciego la quiere atajar.
La vida es muy brava y es loco el que intenta
con vanos esfuerzos quererla vencer.
Cruzate los brazos, capeá la tormenta
y hacé las del gaucho que ve oscurecer.
Desensillá hasta que aclare,
si es al ñudo acometer,
el que atropella más tarde
es el que saber correr...
Esperá el alba tranquilo,
sin que te haga estremecer
la traición en el amigo
ni el engaño en la mujer.
Si esto ya no hay quien lo pare
hacé la del gaucho vos,
desensillá hasta que aclare
y después... ya dirá Dios...
Desensillá hasta que aclare
Letra de Manuel Romero (1891-1954)
Música de Edgardo Donato
Fotografía de Antonio Vidal
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