Aeroporto
Un mensaxeiro en traxe de soldado.
Veludo verde. Estivo aquí,
Veludo verde. Estivo aquí,
fóra do avión.
Unha verdade nova, demasiado horrible
como para soportala.
Non se falou dela
nos presaxios antigos
nin nos símbolos.
A xente intercambiaba miradas
no espello, os ollos
dos seus nenos.
Por que chegara.
Non había forma de escapar
dela.
Unha verdade demasiado horrible
como para nomeala.
Só un vomitivo xemido solto
escarceando as súas entrañas escuras.
Só algúns poucos decidindo
mirar cara ao rostro tan calmos.
Case todos caían instantaneamente
ante o seu terror amigable aburrido.
Miraban cara á tranquilidade
pero miraban só
veludo verde.
Arrepíntanse!
Non funcionou nada do que fomos.
Airport
Messenger in the form of a soldier.
Green wool. He stood there,
off the plane.
A new truth, too horrible to bear.
There was no record of it
anywhere in the ancient signs
or symbols.
People looked at each other,
in the mirror, their children’s
eyes.
Why had it come.
There was no escape from
it anywhere.
A truth too horrible to name.
Only a loose puking moan
could frame its dark interiors.
Only a few could look upon
its face w/calm.
Most of the people fell instantly
under its dull friendly terror.
They looked to the calm ones
but saw only a green
military coat.
Repent!
None of the old Things worked.
Aeropuerto
Un mensajero en traje de soldado.
Terciopelo verde. Estuvo aquí,
fuera del avión.
Una verdad nueva, demasiado horrible
como para soportarla.
No se habló de ella
en los presagios antiguos
ni en los símbolos.
La gente intercambiaba miradas
en el espejo, los ojos
de sus niños.
Por qué había llegado.
No había forma de escapar
de ella.
Una verdad demasiado horrible
como para nombrarla.
Sólo un vomitivo gemido suelto
escarceando sus entrañas oscuras.
Sólo algunos pocos decidiendo
mirar hacia el rostro tan calmos.
Casi todos caían instantáneamente
ante su terror amigable aburrido.
Miraban hacia la tranquilidad
pero miraban sólo
terciopelo verde.
¡Arrepiéntanse!
No funcionó nada de lo que fuimos.
Jim Morrison
Pinturas de Eduardo Úrculo
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