Quartos

passaram alguns meses depois de ter decorado o teu rosto
passaram alguns dias depois de saber o teu nome,
passaram algumas horas depois de deixar o teu quarto.
do meu quarto ao teu quarto o tempo é um corredor sombrio
que flutua na margem das imagens.
encontro-me deitada sobre o manto suave da espera, encontro os meandros
de um academismo fétido
um manto suave ruidoso que me consome a espera, que me arde pela
espera,
embora não esteja à espera de nada, concretamente, a não ser, talvez,
de mais espera.
por dentro atravessa-me uma canalização fragilizada pelos anos.
a pele do medo faz-me escorrer pelo quarto
ou serão estas paredes rachadas pela humidade que me inundam as ideias?
na voz sinto o peso dos móveis e o peso de todas as impressões digitais
de todos os outros estudantes que como eu os utilizaram
na boca, a memória salgada de ti, ou a memória salgada daquilo
que penso que sejas,
daquilo que eu gostaria que fosses,
daquilo que eu gostaria de ser com aquilo que eu gostaria que fosses.
o medo a contrariar a idade, o elogio do pessimismo pousado
sobre a cómoda
e já passaram alguns minutos depois de te começar a odiar.


Cuartos

pasaron algunos meses después de haber decorado tu rostro
pasaron algunos algunos días después de saber tu nombre
pasaron algunas horas después de dejar tu cuarto.
de mi cuarto a tu cuarto el tiempo es un corredor sombrío
que flota a la orilla de las imágenes.
estoy acostada en el manto suave de la espera, encuentro los meandros
de un academicismo fétido
un manto suave ruidoso que me consume a la espera, que me arde por la
espera,
ahora no estoy a la espera de nada, concretamente, a no ser, tal vez,
de más espera.
me atraviesa por dentro una canalización fragilizada por años
la piel del miedo me hace escurrir por el cuarto
¿o serán estas paredes agrietadas por la humedad que me inundan las ideas?
en la voz siento el peso de los móviles y el de todas las impresiones digitales
de todos los otros estudiantes que como yo los utilizaron
en la boca, la memoria salada de ti, o la memoria salada de aquello que pienso
que serías,
de aquello que me gustaría que fueses,
de aquello que me gustaría ser con aquello que me gustaría que fueses.
el miedo a contrariar la edad, el elogio del pesimismo posado sobre la cómoda
y ya pasaron algunos minutos después de comenzar a odiarte.


Sara F. Costa
(1987, Oliveira de Azeméis, Portugal)










Fotografías grandes: da serie Shadows in paradise, de Marianna Rothen



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