Corpo de tango
Una calle en barracas al sud,
Una noche de verano,
Cuando el cielo es más azul
Y más dulzón el canto del barco italiano...
Con su luz mortecina, un farol
En la sombra parpadea
Y en un zaguán
Esta un galán
Hablando con su amor...
Y, desde el fondo del dock,
Gimiendo en lánguido lamento,
El eco trae el acento
De un monótono acordeón,
Y cruza el cielo el aullido
De algún perro vagabundo
Y un reo meditabundo
Va silbando una canción...
Una calle... En farol... ella y el...
Y, llegando sigilosa,
La sombra del hombre aquel
A quien lo traicionó una vez la ingrata moza...
Un quejido y un grito mortal
Y, brillando entre la sombra,
El relumbrón
Con que un facón
Da su tajo fatal...
Y desde el fondo del dock,
Gimiendo en lánguido lamento,
El eco trae el acento
De un monótono acordeón...
Y, al son que el fuelle rezonga
Y en el eco se prolonga
El alma de la milonga
Va cantando su emoción.
Fotogramas de Rocco e i suoi fratelli, de Luchino Visconti
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