Corpo de tango
Maragata
Juntando unos macachines
una mañana te vi.
Desde entonces, Maragata,
me muero pensando en ti...
Maragata mía,
sólo yo te imploro
que nunca te olvides
que yo te adoro.
Tengo un montón de cariño
que no sé dónde saciar;
en tus labios, flor de ceibo,
yo lo quisiera volcar.
Reina de mis arenales,
quisiera verte otra vez
juntando unos macachines
¡aunque me muera después!
Composición de Francisco Martino
Óleos de Demetrio Monteserín
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