ESTACIÓN DE SAN CLODIO-QUIROGA


San Clodio-Quiroga

Marcha la vía sombreada por magníficos árboles principalmente castaños, higueras y nogales; un momento después llegamos en el kilómetro 29 a la estación de San Clodio-Quiroga, que se alza a 261 metros sobre el nivel del mar. San Clodio es un pequeño pueblo desparramado al pie de la estación. Debe su nombre a una antigua abadía benedictina que se encuentra a la izquierda de la vía pasada la estación, de la cual sólo se conservan la iglesia románica con su ábside y las ruinas del convento, todo ello cercado por una gran huerta en cuya puerta campean las armas de España.

Este convento fue donado, a Raimendo, prior de los frailes de Ultramar (con cuyo nombre eran por entonces designados los caballeros de la Orden de San Julián de Jerusalén), por Vasco Pérez de Quiroga esforzado caballero nacido en este pintoresco valle, que concurrió a la épica conquista de Almería y fue rico-hombre del rey y el emperador Don Alfonso VII, que lo tenía en la más alta estimación y de su hijo D. Fernando.

Los restos mortales de Vasco Pérez recibieron cristiana sepultura en a iglesia de Santa María de Torbeo, situada a unos diez kilómetros de esta estación, y sobre su tumba grabaron aquella curiosa inscripción que popularizaron los antiguos nobiliarios:


Aqui iace el bon Quiroga
Home rico de Castilla
Foi mui humildoso e caritativo
Que a ninguen deijou morrer de fame.
Requiescat in pace.

Epitafio que constituye el más elocuente y acabado panegírico del notable caballero.

Frente a la estación se alza la magnífica posesión del Sr. Batanero.

La villa de Quiroga está al otro lado del Sil, unida a la estación por carretera. Es capital de partido judicial y forma un lindo conjunto entre el río y una rápida vertiente cubierta de vegetación verdaderamente tropical. Tiene una iglesia moderna, y una cárcel de partido de sistema celular.

El valle de que es cabeza, merece ser visitado por lo pintoresco y fértil, con una vegetación tan frondosa que la más de las veces oculta los caseríos y pazos en el asentados.

En las orillas del río abundan los cantos rodados limitando dos zonas, una de terreno terciario eoceno en toda la banda de la derecha y otra siluriana en la izquierda por donde pasa el tren.

Al salir de la estación de San Clodio-Quiroga, cruza la vía los modernos depósitos del Sil, cubiertos por los típicos viñedos de esta zona, formados por vedes cepas que al enredarse sobre grandes palos de dos o más brazos, semejan árboles de elevado tronco que extienden a distancia los vástagos de que cuelgan los racimos.

Mientras el tren avanza, contemplamos por la izquierda el espléndido valle que presenta un pintoresco y animado panorama en el que aparecen, en primer término Quiroga, salpicada de esbeltos cipreses, un poco más arriba coronando una pequeña colina La Hermida, y desapareciendo casi por completo bajo espesas arboledas múltiples aldeas. Todo ello encuadrado por altas montañas surcadas por blancos senderos y en las que va poco a poco disminuyendo la vegetación hasta aparecer peladas sus cumbres.


De Monforte a Toral


Monforte de Lemos...............0

Puebla de Brollón................11
San Clodio-Quiroga.............28
Sequeiros (Ap)...................33
Montefurado......................43
La Rúa-Petín......................52
Villamartín de Valdeorras.....58
Barco de Valdeorras............61
Sobradelo..........................71
Quereño............................79
Toral de los Vados...............90

Los ferrocarriles de Galicia
Novísima Guía
En forma de itinerarios descriptivos
Heliodoro Gallego Armesto
Director de la Escuela de Artes y Oficios Artísticos de Santiago
Tipografía 
El Eco de Santiago
1926

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